26 abril 2024

 ACARO BLANCO (Polyphagotarsonemus latus)

El ácaro blanco, una nueva amenaza fitosanitaria en hortalizas. La única forma de saber con total seguridad si es araña blanca es mirando el acaro con una lupa ya que mide menos de 0,15 mm.

De esta manera pueden verse pequeños puntitos de color claro moviéndose rápidamente. También podemos ver sus huevos que son elípticos y están adornados con pequeños círculos blancos. 

Este acaro se propaga rápidamente en los cultivos. Ya que coje un taxi, que no es otro que la mosca blanca. Las hembras se agarran a las patas de la mosca que las traslada volando hasta otras plantas. Hay también fundadas sospechas de que abejorros y abejas hacen el mismo trabajo, así que cuidado con ellos si aparecen focos de araña blanca.


El ácaro blanco está presente en las regiones en las regiones de clima templado, especialmente en los invernaderos. El ácaro blanco tiene una gran variedad de plantas hospedantes, especialmente pimiento, berenjena, tomate, pepino y aji.  En climas templados, pero en el exterior los ácaros blancos no representan un problema serio, ya que no pueden invernar.


Ciclo de vida y aspecto del ácaro blanco:

 

El ciclo de vida de estos ácaros incluye los siguientes estados: huevo, larva y adulto. La larva tiene tres pares de patas y los adultos cuatro. Las larvas permanecen en su tegumento larval durante uno o dos días antes de emerger. Esta fase se suele considerar un cuarto estado denominado pupa, pupa falsa o ninfa. Los machos utilizan su cuarto par de patas para transportar las hembras jóvenes (ninfas) justo antes de emerger de su tegumento. El apareamiento tiene lugar tan pronto la hembra adulta emerge.

 

Los ácaros blancos hembras ponen sus huevos en el envés de la hoja o en la superficie del fruto. Los huevos ovalados y alargados están firmemente sujetos a la superficie y son bastante grandes (unos 0,07 mm). Son transparentes y cubiertos de puntos blancos.

 

La larva del ácaro blanco se parece al adulto, pero es algo menor y solo tiene tres pares de patas. El ácaro adulto emergente mide unos 0,2 mm de largo, es oval y ancho y tiene un color amarillo pálido o verde-amarillo, dependiendo del tipo y cantidad de alimentos consumidos. Los ácaros hembras tienen una raya blanca en sus espaldas.



Síntomas y daños:

 

Los daños causados por el ácaro blanco son similares a los causados por los virus. El patrón típico de los daños comprende la malformación y distorsión del crecimiento aéreo de la planta. Los ácaros tienen una preferencia por los tejidos vegetales jóvenes y en desarrollo, tales como las yemas apicales, las hojas jóvenes y las yemas florales. El mecanismo de deformación todavía no se comprende plenamente, se cree que al succionar el contenido de las células vegetales, los ácaros segregan sustancias que dificultan el crecimiento local.

 

Los ácaros se alimentan sobre todo de la base de la hoja, cerca del pecíolo, debido a lo cual la hoja se vuelve color marrón y sus bordes se enrollan. En caso de infestación moderada, se observarán puntos marrones a menudo hundidos o rayas marrones que forman una red fina sobre las hojas.

 

En caso de una infestación más seria, esta red se vuelve tan densa que ya no habrá más tejido verde a la vista. En la mayoría de los casos, los nervios principales permanecen sin tocar, debido a lo cual destacan como un patrón verde en contraste con el tejido marrón de la hoja. Se observan manchas marrones y acorchadas en los pecíolos y en los tallos.

 

Las yemas apicales de las plantas afectadas adquieren un aspecto deformado, con hojas retorcidas y una esporádica decoloración marrón causada por el acorchamiento. Si las plantas han sido atacadas gravemente, la yema apical podría morir, deteniéndose el crecimiento de la planta y provocando, a la larga, su necrosis.



El tejido acorchado también puede desarrollarse en el fruto. Las flores suelen decolorarse y, en caso de un ataque serio, se deforman. Frecuentemente, las hojas más bajas de la planta no sufren daños mientras que las hojas más jóvenes resultan muy dañadas. Una densidad de cinco ácaros por planta joven puede causar daños muy severos, baja producción de frutos por planta y menor peso de frutos. En ataques severos produce la pérdida total de la lámina y se observa la muerte descendente en las plantas.



Los síntomas de un ataque permanecen visibles durante varias semanas, incluso después de que se hayan eliminado los ácaros.



Cómo erradicar el ácaro blanco:

 

Muestreos:

 

Es recomendable practicar los monitoreos desde la primera fase de desarrollo de las plántulas para detectar la presencia del ácaro, o sea desde el almacigo, y continuar con los muestreos en los invernaderos de producción.

 

Estrategias para el manejo:

 

Para el manejo integrado del ácaro blanco es fundamental destruir los residuos de la cosecha anterior, así como la eliminación de malezas hospederas en el cultivo y alrededor de las áreas de producción.

 

Las almacigueras deben estar herméticamente protegidas por mallas antiáfidos, para evitar la introducción de vectores, principalmente Bemisia tabaci, con el fin de evitar la asociación forética entre mosquita blanca y ácaro blanco: este último es transportado por la primera.

 

Es recomendable implementar un sistema de Manejo Integrado de Plagas (MIP) contra esta especie y considerar lo siguiente:

 

·  Eliminación de hospederas.

·  Destrucción de socas.

·  Saneamiento de focos iniciales de infestación.

·  Liberación de enemigos naturales.

·  Aplicación de acaricidas específicos.

Manejo biológico:

Esta especie cuenta con enemigos naturales que regulan su población en cultivos en invernadero y aire libre. Algunas especies de acaros depredadoras son: Amblyseius swirski, Metaseiulus occidentalis, Neoseiulus californicus, Typhlodromus rickeri, etc.

 

Manejo químico:

 

Para el manejo de esta especie, los tratamientos con acaricidas  se deben de realizar desde la almaciguera y continuar en los invernaderos de producción.

 

Los acaricidas más eficientes contra esta especie son:

·  Abamectina 80 cc./100 litros de agua.

·  Acaban 100 cc./100 litros de agua.

Por lo corta duración del ciclo de vida del ácaro blanco, se recomienda realizar dos tratamientos con un intervalo de cinco días aproximadamente con cualquiera de los dos productos.




21 abril 2024

INFLUENCIA DEL CLIMA SOBRE LAS HORTALIZAS

Temperatura, heladas, luminosidad, humedad relativa

El clima:

Influencia de la Temperatura:

El régimen térmico para las plantas se caracteriza por las llamadas temperaturas críticas, que se señalan a continuación a través de los requerimientos de un cultivo de verano (tomate) y uno de invierno (espinaca):

Temperatura umbral:     Tomate     10ºC

                                         Espinaca   5ºC

Temperatura máxima:   Tomate      30ºC

                                         Espinaca   25ºC

Temperatura óptima:    Tomate      21 - 24ºC

                                        Espinaca   15 - 18ºC

La temperatura umbral es la mínima bajo la cual las plantas detienen su desarrollo, mientras que la temperatura máxima es el límite superior sobre el que comienza a haber inconvenientes en el desarrollo.

Heladas:

En cuanto a heladas, en términos fisiológicos, ésta ocurre cuando se alcanza 0ºC en los tejidos vegetales. Sin embargo, bajo el criterio que se usa en las caracterizaciones agroclimáticas, la helada ocurre cuando se registran temperaturas inferiores a 0ºC en la estación meteorológica, lo que, comúnmente, da una medida un poco más alta de la que ocurre a nivel  del suelo.

Respecto a la sensibilidad ante este fenómeno climático, las referencias que hay para las diferentes especies son las siguientes:

Toleran heladas débiles: espinaca, repollo, brócoli, repollo de Bruselas, betarraga.

Se dañan cerca de la madurez: coliflor, alcachofa, lechuga, arveja, apio, zanahoria, acelga.

Toleran heladas: cebolla, ajo, puerro, espárrago.

No toleran heladas:  todas las de verano.

    Helada Blanca


    Helada Negra

Influencia de la Luz:

La luz, es necesaria para la fotosíntesis, la que determina la formación de materia orgánica, crecimiento y desarrollo. La calidad de la luz y la composición cualitativa de la luz cambia en el transcurso del día, con las épocas del año y las distintas latitudes geográficas.

La intensidad está referida a la cantidad de energía que cae por unidad de área en la unidad de tiempo. Los umbrales lumínicos necesarios para los procesos del vegetal como la fotosíntesis que tiene un umbral mayor que el necesario para el desarrollo de los distintos estados fenológicos.

La intensidad de la luz varía de acuerdo con la altura del sol sobre el horizonte, grado de humedad del aire, nubosidad, diafanidad y transparencia del aire.

La duración del día está determinada por el espacio de tiempo transcurrido entre la salida y la puesta del sol incluidos los crepúsculos matutinos y vespertinos, o sea, la claridad anterior y posterior al amanecer y al atardecer. 

Las plantas exigentes en luz pueden experimentar insuficiencia de luz entre los meses de mayo y de julio. Los almácigos de tomate, repollo y otros en estas condiciones experimentan deficiencias de reservas alimenticias y de desarrollo de los órganos generativos.

Influencia de la Luz Lunar:

Las fases de la luna tienen marcada influencia en el crecimiento y desarrollo de algunas hortalizas, efecto que se da en regiones con noches poco nubosas.

La influencia lunar se manifiesta en plantas de días largos, ya que el período luminoso solar se alarga con las fases de la luna llena y cuarto creciente, e induce a las plantas a florecer y semillar, en vez de producir hojas, raíces, tubérculos, etc. Cuando la lechuga es sembrada en cuarto menguante, presenta un crecimiento de hojas grandes y carnosas. Pero no sucede lo mismo si se siembra en cuarto creciente pues florece en 2 o 3 semanas, dando un producto de baja calidad. Algo similar sucede con el rabanito, la cebolla y el perejil.

Influencia de la Humedad relativa:

La humedad relativa se expresa como el porcentaje de vapor de agua en el aire, en comparación con la cantidad total de agua que podría contener el aire si estuviera saturado . Esta HR es la manera más común de expresar los niveles de humedad, pero no expresa la pérdida de agua de la planta.

 

La humedad del aire y el riego:

La humedad del aire afecta directamente el consumo de agua por las plantas y por ende las necesidades de riego. Si el aire está seco con baja humedad relativa, el mismo puede absorber más agua y el gradiente de humedad en los estomas también se acentúa produciendo un incremento de la transpiración y el agua sale de las hojas más rápido aumentando la evapotranspiración.

Ambos parámetros mencionados hacen concluir que a mayor humedad del aire, las necesidades de riego son más pequeñas y a medida que el aire está más seco las necesidades de riego son mayores.

La humedad del aire y la nutrición mineral:

Cuando la humedad del aire es alta la planta no produce mucha evapotranspiración, por tal motivo no absorbe agua por la raíz y se reduce de manera importante la absorción de nutrientes que viajan con el agua como es el caso del calcio, por tal motivo se presenta deficiencia de calcio con el consecuente daño en la producción. Estos síntomas se presentan a pesar de haber calcio en el suelo o sustrato.

Si bien el potasio se absorbe en forma activa por la raíz, sube a las hojas y frutos por la corriente transpiratoria, por tal motivo cuando hay poca evapotranspiración asociadas a humedad relativa alta se induce reducción en el contenido de potasio en las hojas y frutos, con la consecuente reducción de calibre de los frutos, todo esto a pesar de haber suficiente potasio en el suelo o sustrato.

  

La humedad del aire y la polinización:

La polinización requiere que la humedad relativa se ubique en un nivel óptimo, el cual fluctúa de especie a especie. Por ejemplo en el caso del cultivo de tomate, la humedad relativa óptima es de 70%, si la humedad es mayor el polen se aglomera y no viaja de la antera (órgano masculino de la flor) al estigma ( órgano femenino de la flor); si la humedad es menor el polen no se adhiere al estigma (órgano femenino).

La humedad del aire y las enfermedades de las plantas:

Phythophthora es un hongo que requiere agua para que germinen sus esporas, que son muy parecidas a un espermatozoide. Estas esporas al germinar nadan hasta alcanzar un orificio y entrar a la hoja o al fruto, es entonces que se manifiesta la enfermedad. Los estudios de esta enfermedad dicen que bastan 11 horas con una hoja mojada,  para que se manifieste la enfermedad.

 

  

20 abril 2024

Clasificación de las hortalizas

(Taxonómica, según órgano de consumo, arraigamiento, salinidad, fotoperiodo, térmica, conductividad electrica, etc.)

La alta variación existente entre las especies comprendidas en el rubro hortalizas hace necesario agrupar o clasificar estas especies de acuerdo con características que permitan tener un conocimiento sistemático claro, entender ciertas relaciones existentes entre ellas, y explicar algunas prácticas de manejo cultural que se realizan en su proceso productivo.

En general, estas clasificaciones son de gran utilidad para estimar o predecir el comportamiento agronómico de las hortalizas, ya que entregan información sobre respuestas biológicas de crecimiento y de adaptación potencial a distintas condiciones de clima, suelo, topografía, etc.


Las principales clasificaciones hortícolas, de uso más habitual, que pueden ser consideradas como una referencia básica para cada factor de agrupación, y que se discuten en detalle más adelante, son las siguientes:

Clasificación taxonómica:

La taxonomía es una ciencia que agrupa ordenadamente a los organismos vivos de acuerdo con lo que se presume son sus relaciones naturales, partiendo de sus propiedades más generales a las más específicas. Los criterios de clasificación que se utilizan están basados en las características anatómicas, morfológicas, citológicas, fisiológicas.

La clasificación taxonómica de una especie, con su denominación de género y especie en latín, permite a todo el mundo identificar inequívocamente al organismo que se está aludiendo. Por ejemplo, lo que para los argentinos es una chaucha, para los españoles es una judía verde, para los colombianos es un fríjol, para los peruanos es una vainita, etc., se identifica taxonómicamente como Phaseolus vulgaris, después de lo cual los chilenos sabrán, sin duda, que todos se están refiriendo a nuestra conocida hortaliza llamada poroto verde.

Los principales niveles de agrupación que se utilizan en la taxonomía se entregan a continuación, ejemplarizándolos en melón tuna, una hortaliza ampliamente conocida.

 EJEMPLO: CLASIFICACION TAXONOMICA DEL MELON TUNA

REINO

Vegetal

DIVISION

Spermatophyta

SUBDIVISION

Angiospermae

CLASE

Dicotyledoneae

SUBCLASE

Metachlamideae

ORDEN

Cucurbitales

FAMILIA

Cucurbitaceae

GENERO

Cucumis

ESPECIE

melo L.

VARIEDAD BOTANICA

inodorus

Clasificación según su centro de origen:

Históricamente, el hombre nómade consumía plantas silvestres pero al hacerse sedentario inicia la domesticación de especies silvestres del entorno y zonas aledañas, desarrollando formas cultivadas particulares a distintas regiones geográficas, en especial en aquellas cuyas condiciones favorecían diversidad y especiación.

Las migraciones, exploraciones y el inicio de comunicaciones entre regiones llevaron a una paulatina diseminación y asimilación de estas plantas por otras etnias, resultando en una distribución actual bastante generalizada a nivel mundial de las distintas especies hortícolas, lo que hoy día hace que se vean o parezcan cosmopolitas.

Sin embargo, es importante reconocer el centro de origen geográfico de las especies porque, aparte de la significación desde el punto de vista de recursos para eventual mejoramiento genético, permite visualizar y estimar condiciones ambientales requeridas para el desarrollo óptimo de una especie dada.

             

Clasificación según su órgano de consumo:

Una de las características de las hortalizas es que, debido a la gran variabilidad de las especies del grupo, sus órganos de consumo representan también estructuras morfológicas diversas las que, en algunos casos, son también bastante complejas. Por lo mismo y por las implicancias biológicas y culturales que se derivan, es importante reconocer los órganos que se consumen en cada una de ellas, los que se especifican en el siguiente cuadro:

Organo

Hortalizas

Raíz

Betarraga, camote, nabo, rábano, zanahoria.

Tubérculo

Papa.

Tallo

Espárrago.

Bulbo

Ajo, cebolla, cebollín, chalota.

Hoja

Acelga, achicoria, berro, ciboulette, cilantro, coliflor,  endibia, espinaca,  lechuga, perejil, puerro,  repollo, repollo de Bruselas.

Pecíolo

Apio.

Inflorescencia

Alcachofa, brócoli, coliflor.

Fruto inmaduro

Ají, arveja, choclo, pepino, pimiento, poroto verde, poroto granado, zapallo italiano.

Fruto maduro

Ají, alcayota, berenjena, melón, pepino dulce, pimiento, sandía, tomate, zapallo.

Semilla inmadura

Arveja, haba, poroto granado, poroto verde.

Clasificación según sistema de arraigamiento:

Las características de arraigamiento propias de las especies hortícolas, obviamente, varían según las condiciones físicas y químicas del suelo en que se desarrollan y según prácticas de manejo.

Sin embargo, en una situación óptima de suelo y con un manejo que no perturbe el enraizamiento, las hortalizas muestran una gran diversidad en sus hábitos de arraigamiento. En términos prácticos, es importante conocer la profundidad del arraigamiento o enraizamiento para determinar la factibilidad de cultivar una especie en un suelo dado. En el siguiente cuadro se clasifican las principales especies hortícolas de acuerdo con su profundidad de arraigamiento.

  

Tipo de arraigamiento

Hortalizas

Superficial (< 60cm.)

Ajo, apio, achicoria, brócoli, cebolla, coliflor, espinaca, lechuga, maíz dulce, papa, perejil, puerro, rábano, repollo, repollo de brúcelas.

Medio (90-120cm.)

Acelga, arveja, berenjena, betarraga, melón, nabo, pepino, pimiento, poroto, zanahoria, zapallo italiano.

Profundo (>120cm.)

Alcachofa, camote, espárrago, melón, sandía, tomate, zapallo.


Clasificación según tolerancia a la acidez:

El crecimiento de las plantas se ve fuertemente influenciado por las condiciones de pH del suelo. Las hortalizas no son una excepción a esto y, como se puede apreciar en el siguiente cuadro, existe una significativa variación en la tolerancia de estas especies a la acidez del suelo, lo que permite seleccionar en cada grupo aquellas más adecuadas para una condición de suelo dada o enmendar la condición de pH para hacerla adecuada a la especie.

Por ej., espárrago es una especie poco tolerante a la acidez y el interés por su cultivo en la zona sur del país, donde muchos suelos presentan valores de pH entre 5,0 a 6,0, hace limitante esta condición y obliga a encalar los suelos para obtener una adecuada respuesta productiva.

CLASIFICACION SEGUN TOLERANCIA A ACIDEZ

Ligeramente tolerante

(pH 6.8 - 6.0)

Moderadamente tolerante

(pH 6.8 - 5.5)

Altamente tolerante

(pH 6.8 - 5.0)

Acelga - Brócoli

Ajo – Arveja - Tomate

Achicoria

Apio - Cebolla

Pepino - Perejil

Chalota

Puerro - Coliflor

Berenjena - Zanahoria

Endibia

Repollo - Lechuga

Choclo - Poroto verde

Papa

Betarraga - Melón

Pimenton - Rábano

Sandía

Clasificación según tolerancia a la salinidad:

El crecimiento de las plantas se ve fuertemente influenciado por las condiciones de salinidad del suelo. Las hortalizas no son una excepción a esto y, como se señala en el siguiente cuadro, existe una significativa variación en la tolerancia de estas especies a la salinidad del suelo.

Esta condición limita la producción en distintas zonas del mundo (principalmente en áreas de baja pluviometría) y está incrementándose en muchas regiones como en el norte de Chile.

En sistemas modernos de producción, como los que usan fertirrigación, es un factor que debe regularse. Por lo mismo, es importante conocer la respuesta de las especies hortícolas a este factor.

C.E.(mmhos a 25ºC) a la que los rendimientos disminuyen en un :

Especie

10%

25%

50%

Betarraga

8

10

12

Espinaca

5,5

7

9

Tomate

4

6

8

Broccoli

4

6

8

Repollo

3

4

7

Pepino

3

4

6

Melón

3

4

6

Papa

3

4

6

Maíz

2,5

4

6

Camote

2,5

4

6

Lechuga

2

3

5

Pimentón

2

3

5

Rábano

2

3

5

Cebolla

2

3

4

Zanahoria

2

3

4

Poroto

1,5

2

4

Clasificación según el fotoperiodo:

Los efectos del fotoperiodo en las plantas son habitualmente intensos. Las respuestas a la duración diaria de la luz de diversos fenómenos del crecimiento y desarrollo (germinación, estolonización, bulbación, elongación de tallos, floración, etc.) están ya claramente establecidas; sin embargo, estas respuestas son complejas y en la mayoría de los casos están asociadas a otros factores ambientales, como la temperatura, o propios de la planta, como su desarrollo.

Desde el punto de vista de la producción, en la mayoría de las hortalizas, la respuesta foto periódica más importante es la floración, ya sea para la obtención del producto hortícola o para la producción de las semillas de la especie.


           CLASIFICACION SEGUN FOTOPERIODO REQUERIDO PARA LA FLORACION

Plantas de día largo

(luz día largo)

Plantas neutras

(indiferente)

Plantas de día corto

(luz día corto)

Achicoria

Apio

Ají

Betarraga

Arveja

Camote

Endibia

Cebolla

Frutilla

Espinaca

Haba

Lechuga

Rábano

Papa

Zapallito italiano

Pepino

 

Poroto verde

 

Tomate

Zanahoria

Clasificación térmica de las hortalizas

La temperatura es la limitante fundamental para la dispersión natural de las especies vegetales. El crecimiento (desarrollo) de las plantas, como en todo organismo vivo, bajo condiciones adecuadas de los otros factores ambientales, está determinado por las temperaturas cardinales de la especie:

 

·         Mínima = temperatura bajo la cual el crecimiento se detiene.

·         Optima = temperatura a la cual el crecimiento es más rápido.

·         Máxima = temperatura sobre la cual el crecimiento se detiene.

Hortalizas de estación fría:

Grupo A

Las hortalizas que pertenecen a este grupo poseen temperaturas óptimas de crecimiento entre 15 y 18 °C. No toleran temperaturas promedio mayores a 24°C y sólo toleran heladas suaves. A este grupo pertenecen hortalizas como betarraga, berro, brócoli, espinaca, haba, nabo, rábano, repollo, repollo de bruselas.

Grupo B

Las hortalizas de este grupo, sólo se diferencian de las del grupo anterior en que son susceptibles a heladas cerca de su madurez. Pertenecen a este grupo están: acelga, alcachofa, apio,  arveja, coliflor, endibia, escarola,  lechuga, papa, perejil, zanahoria.

Grupo C:

Las hortalizas que pertenecen a este grupo están adaptadas a temperaturas entre 13 y 24 °C y son tolerantes a heladas. Pertenecen a este grupo están: ajo, cebolla, cebollín, chalota, puerro.

Hortalizas de estación cálida:

Grupo D: 

Este grupo se adapta a temperaturas que van entre los 18 y 27 °C y no toleran heladas en ningún momento de su crecimiento. Dentro de este grupo están: calabaza, espárrago, melón, maíz dulce, pepino, pimiento, poroto granado, poroto verde, tomate, zapallo.

Grupo E: 

Este grupo sólo se diferencia del anterior en que sus temperaturas óptimas son mayores, por sobre los 21°C. Pertenecen a este grupo: ají, berenjena, camote, y sandía.