07 abril 2018

CONTROL PREVENTIVO DE VIROSIS EN HORTALIZAS

Los insectos pueden causar daños directos a las plantas cuando se alimentan de ellas y son considerados plagas. Otros insectos, aparte de causar daño directo en los cultivos, también  pueden transmitir virus que causan enfermedades de gran importancia en la agricultura.
Estos problemas, generalmente se presentan con mayor frecuencia en zonas agrícolas donde se aplican muchos insecticidas que matan los insectos y otros organismos beneficios que controlan a los insectos dañinos.
Es importante tener en cuenta, que las medidas de control de insectos que solo causan daños directos a las plantas, por lo general, NO sirven para controlar insectos que transmiten virus. La razón es que generalmente se necesitan muchos insectos para causar daño en el cultivo, por lo que el agricultor los puede ver y controlar con insecticidas. Por el contrario, los insectos chupadores que transmiten virus (pulgones, mosca blanca, trips, etc., infectan las plantas tan pronto como se establecen en el campo, antes de que el agricultor los vea, y muchas veces estos insectos no se alimentan de las plantas que enferman, por lo que no se ven.
Al no existir medidas de control curativo para las enfermedades de origen viral, la lucha contra estos agentes patógenos se ha basado en medidas preventivas y principalmente en evitar que el patógeno entre en contacto con la planta.

Medidas preventivas para el control de insectos portadores de virus:

·         El control preventivo se puede lograr utilizando prácticas de manejo cultural como:

·   Utilización de plantas libres de virus al momento del trasplante, lo que se logra con producción de almácigos bajo malla antiafidos.

·         Eliminación de los rastrojos enfermos, de modo de evitar la fuente de inoculó.

·     Eliminación de plantas enfermas en el cultivo, teniendo cuidado de evitar el contacto con plantas adyacentes.

·        Control preventivo de insectos vectores (pulgones y mosquitas blancas con la inmersión de raíces de plántulas previo al trasplante en solución.

·      Modificación en las fechas de plantación, de modo de evitar las mayores poblaciones de insectos vectores.

·         Asegurarse que los trabajadores al ingresar al cultivo lleven ropa limpia.

·       Protección durante todo el período de cultivo (Exclusión) o al menos durante los primeros 30 días desde la siembra o plantación según sea el caso.

·         Uso de variedades con mayor tolerancia o resistencia a los virus.

·       Uso de manto térmico (cubierta de polipropileno) como barrera física en el cultivo. El manto térmico es una tela fabricada con múltiples fibras de polipropileno, orientados en distintas direcciones, para lograr una especie de tejido muy fino y ligero, fabricada con material virgen, no tóxico y estabilizado UV para alargar su vida útil. Su principio es formar una especie de microclima entre la planta y el terreno, reteniendo el aire cálido que libera el suelo, especialmente durante la noche, formando un colchón de aire que actúa como escudo térmico logrando un diferencial de temperatura de hasta 3 a 5 grados Cº. Una de sus principales ventajas, es tener un peso muy ligero (17 gr/m2 ) lo que permite colocarla directamente sobre la planta o cultivo, sin producir daño por roce o peso. Presenta permeabilidad al aire, permitiendo el intercambio gaseoso entre la planta y el medio ambiente. Está comprobado que reducir las bajas temperaturas y el estrés del cultivo, produce plantas más vigorosas, sanas y más resistentes a enfermedades. El uso de una barrera física como es el manto térmico se recomienda utilizar durante los primeros 30 días del cultivo después del trasplante.

·    Eliminar las malezas dentro del invernadero durante todo el cultivo, y en las épocas sin cultivo. También en la periferia de los invernaderos.

·   Antes de la plantación de los invernaderos, realizar una correcta desinfección de las estructuras, instalaciones, maquinaria, herramientas, guantes, etc.

·    Los agricultores deberán emplear plántulas procedentes de semilleros autorizados, con garantía sanitaria y conservar un año la factura de compra.

·    Evitar que el personal pase del invernadero afectado a otros invernaderos. Si no es  posible, deben de cambiarse de ropa, zapatos y equipos de protección.

·  Sumergir las herramientas de uso en los invernaderos durante una media hora en una solución de yodo o de cloro de uso casero. Cambiar frecuentemente la solución desinfectante.

·   Marcar la zona afectada, los trabajadores deberán empezar a trabajar en el área no afectada y terminar en la zona afectada.

·       Es mejor no reutilizar los speedling, sobre todo si ocurrieron enfermedades en temporadas anteriores. Si vuelve a utilizar los contenedores, límpielos con agua, jabón y restriéguelos con un cepillo (para eliminar materia orgánica presente como deshechos vegetales o suelo, antes de la desinfección). Una vez limpios, sumérjalos en una solución de cloro de 10 a 30 minutos y enjuáguelos bien para evitar causar daños a las semillas o plántulas (fitotoxicidad) que se plantarán en ellas.

·   El lavado cuidadoso de manos y su desinfección pueden minimizar la propagación de patógenos. Por ejemplo, el virus del mosaico del tabaco (TMV) puede transmitirse a los tomates y los pimentones si el lavado de manos no es suficientemente bueno después de fumar cigarrillos. El virus del mosaico del tabaco es muy estable y puede estar presente en el tabaco seco en los cigarrillos.


·   Entrene a sus trabajadores para reconocer los síntomas de enfermedades y plagas comunes. Inspeccione las plantas en el invernadero a menudo y a fondo para identificar los problemas lo antes posible. Cuantos más ojos disponibles tenga para inspeccionar las plantas tanto en el invernadero como en el campo, más oportunidades de identificar enfermedades e insectos antes de que se conviertan en un problema.


    Virus del Mosaico del Tomate (TMV), en hojas y frutos.