11 agosto 2025

 

PRODUCCION DE BOCASHI

El Bocashi es un abono orgánico resultado de un proceso de fermentación donde se utilizan mezclas de diferentes materiales o residuos orgánicos en determinadas proporciones, y se le añaden ciertos aditivos que aceleran el proceso de descomposición.

Funciones del Bocashi:

 

        Mejora las condiciones físicas y químicas del suelo y previene enfermedades a las raíces de los        cultivos.

        Aporta nutrientes necesarios para estimular el crecimiento y desarrollo de los cultivos.

       Mejora gradualmente la fertilidad y vida del suelo promoviendo mayor retención de humedad y      plantas sanas con mayor producción.

    Aporta materia orgánica al suelo, permitiendo la fijación de carbono, así como la capacidad de absorción de agua.

      Activa una serie de rizo-bacterias promotoras del crecimiento de las plantas y de bio protección.

Ventajas:

          Se aprovechan residuos orgánicos locales.

         Los materiales son fáciles de conseguir y de bajo costo.

         Es de fácil preparación y aplicación.

       El tiempo de fermentación es corto; varía de acuerdo con las condiciones climáticas de cada región; suma entre 12 a 21 días.

        Es un abono de alta calidad.

      En su elaboración no se forman gases tóxicos ni surgen malos olores debido a los controles que se realizan en cada etapa del proceso de la fermentación, evitándose cualquier inicio de putrefacción.


 

Fermentación del Bocashi:

En este tipo de abono la de fermentación se desarrolla a través de procesos anaeróbicos que gracias a la inoculación de microrganismos benéficos se potencializa la carga microbiana, permiten la aceleración en la trasformación de los materiales orgánicos disponibles.  Junto con la adición de melaza como fuente de energía los microorganismos activan y ayudan a desdoblar los componentes, es importante tener presente mantener una humedad promedio del 30%, y manejar una adecuada relación C/N para que la fermentación sea adecuada y que no ocurra pudrición y lentitud o aceleramiento desmesurado en los procesos.  

Este abono tiene como objetivo estimular la vida microbiana del suelo y la nutrición de las plantas.  La calidad de un abono orgánico se determina a partir de su contenido nutricional, que está directamente relacionado con las concentraciones de nutrientes presentes en los materiales utilizados para su elaboración.

Factores que afectan el proceso de la elaboración de Bocashi: 

a) Temperatura: 

Está en función del incremento de la actividad microbiológica del abono, que comienza después de la etapa de la mezcla de todos los ingredientes. Aproximadamente, después de catorce horas de haberlo preparado, el abono debe presentar temperaturas que pueden superar fácilmente los 50 ºC, lo que es una buena señal para continuar con las demás etapas del proceso. La actividad microbiológica puede ser perjudicada por la falta de oxigenación y el exceso o escasez de humedad.

b) pH (acidez): 

La elaboración de este tipo de abono requiere que el pH oscile entre un 6,0 y un 7,5, ya que los valores extremos inhiben la actividad microbiológica durante el proceso de la degradación de los materiales. Sin embargo, al inicio de la fermentación el pH es bien bajo, pero gradualmente se va autocorrigiendo con la evolución de la fermentación o maduración del abono.

c) Humedad:

La humedad óptima para lograr la máxima eficiencia del proceso de la fermentación del abono oscila entre el 50% y el 60% (en peso) o sea, los materiales están vinculados a una fase de oxidación. Cuando la humedad es inferior al 35%, se da una descomposición aeróbica muy lenta de los materiales orgánicos que hacen parte del compuesto.

Por otro lado, cuando la humedad supera el 60%, la cantidad de poros que están libres de agua son muy pocos, lo que dificulta la oxigenación de la fermentación, resultando un proceso anaeróbico putrefacto, el cual está vinculado a una fase de reducción de la materia orgánica, que no es lo deseado ni lo ideal para obtener un abono de buena calidad. 

d) Aireación:

La presencia del oxígeno o una buena aireación es necesaria para que no existan limitaciones en el proceso aeróbico de la fermentación del abono. Se calcula que como mínimo debe existir de un 5% a un 10% de concentración de oxígeno en los macro poros de la masa. Sin embargo, cuando el micro poro se encuentran en estado anaeróbico (sin oxígeno) debido a un exceso de humedad, ello puede perjudicar la aireación del proceso y, en consecuencia, se obtiene un producto de mala calidad. 

e) Tamaño de las partículas de los ingredientes: 

La reducción del tamaño de las partículas de los componentes del abono puede presentar la ventaja de aumentar la superficie para su descomposición microbiológica. Sin embargo, el exceso de partículas muy pequeñas puede llevar fácilmente a una compactación que favorece el desarrollo de un proceso anaeróbico, lo que no es ideal para obtener un buen abono orgánico fermentado. En algunos casos, este fenómeno se corrige mezclando al abono materiales de relleno de partículas mayores, como son pedazos picados de maderas, carbón vegetal grueso, etc.

Ingredientes utilizados:

       Estiércol seco (ovino, bovino, gallinaza, equino, caprino).

      Paja o rastrojo seco (restos de cosecha).

      Cascarilla de arroz.

      Carbón vegetal en partículas pequeñas (cisco o sijo).

      Harina de rocas.

      Tierra de cerro o composta natural.

      Levadura.

      Melaza.

      Agua natural (NO clorada).

      Afrecho.

      Cal agrícola o ceniza de fogón.

      Levadura para pan, granulada o en barra.

      Tierra arcillosa bien cernida.


Aportes de los ingredientes utilizados para elaborar Bocashi: 

a) Carbón vegetal: 

Mejora las características físicas del suelo, como su estructura, lo que facilita una mejor distribución de las raíces, la aireación y la absorción de humedad y calor (energía). Su alto grado de porosidad beneficia la actividad macro y microbiológica de la tierra, al mismo tiempo que funciona con el efecto tipo “esponja sólida”, el cual consiste en la capacidad de retener, filtrar y liberar gradualmente nutrientes útiles a las plantas, disminuyendo la pérdida y el lavado de éstos en la tierra.

Por otro lado, las partículas de carbón permiten una buena oxigenación del abono, de manera que no existan limitaciones en el proceso aeróbico de la fermentación, otra propiedad que posee este elemento es la de funcionar como un regulador térmico del sistema radicular de las plantas, asiéndolas más resistentes contra las bajas temperaturas nocturnas.

La uniformidad del tamaño de las partículas influenciará sobre la buena calidad del abono que se utilizará en el campo. Con base en la práctica, se recomienda que las partículas o pedazos de carbón no sean muy grandes; las medidas son muy variadas y esto no se debe transformar en una limitante para dejar de elaborar el abono, las medidas desde medio o un centímetro a un centímetro y medio de largo por un centímetro y medio de diámetro constituyen el tamaño ideal aproximado.

Cuando se desea trabajar con hortalizas en invernadero sobre el sistema de almácigos en bandejas, las partículas del carbón a utilizarse en la elaboración del abono fermentado deben ser menores (semi-pulverizadas o cisco de carbón), pues ello facilita llenar las bandejas y permite sacar las plántulas sin estropear sus raíces, para luego trasplantarlas definitivamente al campo.

b) Gallinaza o Estiércoles: 

Es la principal fuente de nitrógeno en la elaboración de los abonos orgánicos fermentados. Dependiendo de su origen, puede aportar inoculo microbiológico y otros materiales orgánicos en mayor o menor cantidad, los cuales mejorarán las condiciones biológicas, químicas y físicas del terreno donde se aplicarán los abonos.

La mejor gallinaza para la elaboración de los abonos orgánicos es la que se origina de la cría de gallinas ponedoras bajo techo y con piso cubierto con materiales secos mezclados con harina de rocas. Ellos evitan el uso de la pollinaza que se origina a partir de la cría de pollos de engorde, porque presenta una mayor cantidad de agua, es putrefacta y muchas veces en la misma están presentes los residuos de coccidiostaticos y antibióticos, los cuales interfieren en muchos casos, en el proceso de la  fermentación de los abonos.

c) Cascarilla de arroz: 

Este ingrediente mejora las características físicas de la tierra y de los abonos orgánicos, facilitando la aireación, la absorción de humedad y el filtrado de nutrientes. También beneficia el incremento de la actividad macro y microbiológica de la tierra, al mismo tiempo que estimula el desarrollo uniforme y abundante del sistema radical de las plantas así como de su actividad simbiótica con la microbiología de la rizosfera. Es, además, una fuente rica en silicio, lo que favorece a los vegetales, pues los hace más resistentes a los ataques de insectos y enfermedades.

La cascarilla de arroz puede ocupar, en muchos casos, hasta un tercio del volumen total de los ingredientes de los abonos orgánicos. Es recomendable para controlar los excesos de humedad cuando se están preparando los abonos fermentados.

d) Afrecho: 

Es uno de los ingredientes que favorecen, en alto grado, la fermentación de los abonos, la cual se incrementa por la presencia de vitaminas complejas en el afrecho.   Aporta activación hormonal, nitrógeno y es muy rica en otros nutrientes muy complejos cuando sus carbohidratos se fermentan, los minerales, tales como fósforo, potasio, calcio y magnesio también están presentes.

e) Melaza:

Es la principal fuente energética para la fermentación de los abonos orgánicos. Favorece la multiplicación de la actividad microbiológica; es rica en potasio, calcio, fósforo y magnesio; y contiene micronutrientes, principalmente boro, zinc, manganeso y hierro.

Para lograr una aplicación homogénea de la melaza durante la elaboración de los abonos orgánicos fermentados, se recomienda diluirla en una parte del volumen del agua que se utilizará al inicio de la preparación de los abonos.

f) Tierra común: 

En muchos casos, ocupa hasta una tercera parte del volumen total del abono que se desea elaborar. Entre otros aportes, tiene la función de darle una mayor homogeneidad física al abono y distribuir su humedad; con su volumen, aumenta el medio propicio para el desarrollo de la actividad microbiológica de los abonos y, consecuentemente, lograr una buena fermentación.  Por otro lado, funciona como una esponja, al tener la capacidad de retener, filtrar y liberar gradualmente los nutrientes a las plantas de acuerdo con las necesidades de éstas.

Dependiendo de su origen, puede aportar variados tipos de arcillas, microorganismos inoculadores y otros elementos minerales indispensables al desarrollo normal de los vegetales.   En algunos casos, es conveniente cernir la tierra con la finalidad de liberarla de piedras, grandes terrones y maderas.

g) Carbonato de calcio o Cal agrícola:

Su función principal es regular la acidez que se presenta durante todo el proceso de la fermentación, cuando se está elaborando el abono orgánico; Propicia las condiciones ideales para el buen desarrollo de la actividad y reproducción microbiológica, durante todo el proceso de la fermentación cuando se están elaborando los abonos orgánicos.

h) Agua: 

Tiene la finalidad de homogeneizar la humedad de todos los ingredientes que componen el abono.  Para preparar los abonos fermentados tipo Bocashi, el agua se utiliza solamente una vez; no es necesario hacerlo en las demás etapas del proceso de la fermentación. Finalmente, mientras que agarramos la práctica de la humedad ideal, inicialmente, es mejor que el abono tienda a seco y no a muy húmedo. 

i) Harina de rocas: 

La harina o polvo de rocas se puede conseguir machacando rocas con un combo hasta hacerlas polvo, o en canteras de materiales pétreos. Lo ideal es conseguir de varias canteras por su diversidad. La harina de rocas se puede sustituir por ceniza.

Formulación para preparar una tonelada de Bocashi:

       7,0 Sacos de 50 kilos de estiércol seco (ovino, bovino, gallinaza, equino, caprino).

      7,0 Sacos de 50 kilos de paja o rastrojo seco (restos de cosecha).

      5,0 Sacos de 50 kilos de cascarilla de arroz.

      2,0 Sacos de 50 kilos de carbón vegetal.

      1,0 Saco   de  50 kilogramos de harina de roca.

      7,0 Sacos de  50 kilos de tierra de monte o composta.

      500 gramos de levadura.

      2,0  litros de melaza.

      Agua natural NO clorada la que se requiera.

Procedimiento para la preparación de Bocashi: 


    Una noche antes de la preparación del Bocashi, en un balde de 20 litros disolver 2,0 litros de melaza, junto con los 500 gramos de levadura; ideal es que el agua este tibia, mezclar homogéneamente y dejarla reposar toda la noche.

       Disponer, si se es posible, de un área techada para evitar que el abono se moje con la lluvia.

       La paja o rastrojo seco deberá estar finamente picado para que su desintegración sea más rápida.

 Pasos a seguir:

 Paso N°1

Se extenderá una primera capa de los ingredientes, incorporándolos de la siguiente manera:

Paja o rastrojo seco – estiércol seco – tierra – harina de roca – cascarilla de arroz – carbón vegetal.

Posteriormente se rociará bien la primera capa con un poco de la mezcla de la melaza y levadura junto con 10 litros de agua, para continuar con una segunda capa de los mismos ingredientes la cual se volverá a rociar con la mezcla y 10 litros de agua. Se continuará capa por capa hasta terminar.

Paso N° 2: 

Se formará una pila de capas de los ingredientes la cual se deberá revolver con ayuda de una horqueta hasta lograr una mezcla homogénea de todos los ingredientes.

Paso N° 3: 

Una vez mezclados los ingredientes, se revisará la humedad; para ello, se tomará un puño de abono y se apretará. No debe escurrir ni tampoco sentirse seco, se debe sentir una consistencia fresca y moldeable, si escurre se tendrán que incorporar 2,0 sacos de tierra seca para poder reducir la humedad.

Paso N° 4: 

Una vez verificada la humedad de la pila, se tapará con plastico.

Paso N° 5:

Etapa de fermentación:

Para el correcto proceso de fermentación, se deberá airear el abono, o sea darle dos volteadas. El proceso de aireación (volteos) será de acuerdo con la siguiente tabla y tiene una duración de 17 días.

Cada vez que se hace el volteo, se deberá verificar la temperatura con un termómetro, la cual llegará la primera semana hasta 50 °C, con el transcurso de los días, la temperatura del Bocashi irá disminuyendo hasta alcanzar una temperatura ambiente entre 19 y 23°C.  Es importante NO agregar más agua durante todo el proceso de fermentación.

Nota: Los días de fermentación pueden variar dependiendo del clima de cada región; es importante que la temperatura no sobrepase los 50°C, si ello llegase a ocurrir, se deberá aplicar un poco de agua para ayudar a disminuirla.   En cuanto la temperatura haya disminuido y los ingredientes se vean desintegrados y pequeños, el Bocashi estará listo para almacenarlo o aplicarlo.

Forma de aplicación del Bocashi:

       Su aplicación deberá ser 15 días antes de la siembra o trasplante.

      Se puede aplicar directamente en los surcos, camellones o camas ya sembradas, pero a una distancia de 15 cm de las plantas.

      Puede aplicarse a todos los cultivos.

  Si se quiere utilizar como sustrato para almácigo, se deberá utilizar un kilo de Bocashi en combinación con 10 kilos de otros ingredientes como tierra de monte, composta, vermicompostaje, etc.




Almacenamiento y caducidad:

Su almacenamiento puede durar hasta 3,0 años, pero lo más recomendable es no dejar pasar más de un año para su aplicación.   Lo ideal es almacenarlo en sacos, en un lugar fresco y seco, así mismo etiquetarlo para saber el día de su elaboración.

Recomendaciones generales:

       Es importante no aplicarle agua durante toda la etapa de volteos.

      NO utilizar estiércol fresco, NI de cerdos o animales domésticos.

      Para tener un mejor control de la temperatura, se recomienda utilizar un termómetro de aguja.

      Si la temperatura rebasa los 50°C es importante darle 3,0 vueltas al día hasta lograr disminuirla.

      NO dejar que se moje con la lluvia o que animales como perros, gatos o gallinas se acerquen.

      NO dejar pasar ningún día de darle las vueltas que se piden.

 Dosis a utilizar:

En terrenos con proceso de fertilización orgánica se pueden aplicar 1,0 kilos por metro cuadrado de terreno, lo que equivale a 10 toneladas por hectárea.   En terrenos donde nunca se ha aplicado Bocashi, las dosis serán mayores (4,0 kilos por metro cuadrado, lo que equivale a 40 toneladas por hectárea. 

Para cultivos anuales como los cereales, será necesaria una segunda aplicación, entre 15 y 25 días de la emergencia del cultivo, en dosis de 1,0 kilo por metro cuadrado.  Para hortalizas se hará una sola aplicación de 4,0 kilos por metro cuadrado.

Contenido nutricional de un Bocashi:

Es importante destacar que no se debería hacer una comparación entre un abono orgánico y uno sintético debido a que son dos cosas diferentes y más aún cuando se prima la importancia de la materia orgánica. La composición química dependerá de los materiales bases para su elaboración, en la siguiente tabla se puede observar el contenido nutricional de diferentes Bocashi y se observa que a pesar de tener diferentes porcentajes en cada uno de ellos, no dejan de ser una opción viable e importante para la producción de alimentos sanos y sustentables.


 Material recopilado y preparado por Jorge A. Pérez-Cotapos Ayala
Ingeniero Agrícola, Universidad de Chile
WhatsApp +569 989340531
japca1000@gmail.com

 

 

 


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