CONTROL DE MALEZAS DE FORMA ORGÁNICA
La clásica definición de maleza es “Toda planta que crece en un lugar y momento determinado donde el hombre no la desea”.
Una definición más
amigable podria ser “Maleza es toda planta a la que aún no se le ha encontrado
su utilidad”.
Esta segunda definición,
considera que las malezas no siempre son malas y bajo la perspectiva de la
producción orgánica y sustentable, se sostiene que muchas de ellas son
benéficas debido a sus múltiples efectos positivos en el agroecosistema. Sin
embargo, existe un alto número de malezas, que es necesario mantener en bajas
poblaciones o evitar, debido a la dificultad que tiene su manejo una vez que
alcanzan elevadas poblaciones.
Las malezas han perdurado como una de las plagas importantes en la agricultura, esto se debe a los mecanismos adaptativos que tienen para sobrevivir a todas las prácticas que hace el hombre para eliminarlas.
Por ello es necesario entender, desde un punto de vista ecológico, qué factores son los que favorecen a las malezas para explotar nichos en medios totalmente alterados por el hombre, permitiéndoles estar siempre presentes gracias a sus características biológicas:
· Fácil dispersión: La dispersión está asegurada por las características morfológicas de la mayoría de las semillas, las que facilitan ser transportadas por el viento, el agua o animales. Esto sumado al transporte a grandes distancias realizado por el hombre, quien, directa o indirectamente, ayuda a diseminarlas, mediante el transporte de materiales agrícolas que han determinado que muchas de las especies malezas sean cosmopolitas, es decir que puede estar en cualquier lugar del mundo.
· Capacidad de persistencia: La capacidad de persistencia está dada por algunas características tales como: elevada producción de semillas, largo período de viabilidad de estas, germinación escalonada, adaptación fisiológica y genética. Estas características determinan que cuando hay algún estrés medioambiental y hace que muchas malezas mueran, a los días después del estrés que significó la reducción de malezas, se produce nuevamente emergencia y crecimiento de grandes poblaciones.
· Capacidad
de interferencia: La
capacidad de interferencia con el cultivo, está dada por características como
elevada densidad, emergencia sincronizada con cultivos, mayor vigor,
características morfológicas y fisiológicas y capacidad de rebrote. La
interferencia corresponde a la suma de la competencia más la alelopatía (liberación
al medio de sustancias por parte de una planta, que resultan tóxicas para otra). En resumen la competencia es la interacción
entre individuos o entre poblaciones, que se produce cuando demandan similares
factores de producción y alguno de ellos comienza a ser escaso.
Para lograr un eficiente
control de las malezas, es básico entender sus características biológicas, que
hacen tan difícil mantenerlas en bajas poblaciones, ya que tienen diferentes
respuestas y son tan adaptables al medio. Existen varias maneras de clasificar
las malezas, pero las más utilizadas desde el punto de vista agronómico, son
según su morfología y según su ciclo de vida.
Clasificación según su morfología:
Las malezas se dividen en hoja ancha o dicotiledóneas y hoja angosta o monocotiledóneas. Ambas son plantas que poseen flores y semillas.
Clasificación según su ciclo de vida:
Una de las principales maneras de entender la respuesta de las malezas al medio ambiente, es conociendo sus ciclos de vida, los que se dividen en anuales, bianuales y perennes.
Malezas anuales de verano: Son aquellas que germinan durante la primavera, crecen en el verano, maduran y mueren en el otoño. O sea completan su ciclo de semilla a semilla dentro de una temporada y producen, por lo general, una alta cantidad de semillas. Ejemplos de este grupo son hualcacho, pata de gallina, chamico, ambrosia, sanguinaria, etc.
Pata de gallina
Malezas anuales de invierno: Son las que germinan en otoño o invierno, se desarrollan en primavera y producen semillas y mueren tarde en primavera o en verano quedando sus semillas en latencia hasta el próximo año. Ejemplos de este grupo son ballica, avenilla, yuyo, rábano, bolsita del pastor, etc.
Rábano
Malezas bianuales: Son las que requieren de dos temporadas para completar su ciclo. En la primera temporada tienen un crecimiento en roseta y la segunda temporada emiten el tallo floral y producen semillas. Si se corta el tallo floral o central una vez iniciado su crecimiento, puede inducir la emisión de uno nuevo, pero de menor altura y menor capacidad de producción de semillas.
Cardo
Malezas perennes
simples: Las
malezas perennes, en zonas templadas, pueden o no completar su ciclo la primera
temporada pero pueden vivir de manera indefinida rebrotando desde estructuras
vegetativas. En este grupo están las perennes simples, que son las que se
reproducen por semillas, pero rebrotan desde la corona o raíz perenne: Ejemplos
son diente de león, galega, romaza y siete venas.
Siete Venas
Malezas perennes
complejas:
Son las que producen nuevas plantas desde propágulos vegetativos. Esto
puede durar muchos años y mientras existan las condiciones edafoclimáticas
adecuadas, la planta estará multiplicándose continuamente. En este grupo se
encuentran las malezas más difíciles de controlar, en especial en las hileras
de plantación una vez que ya se han establecido. Algunos ejemplos son: correhuela,
vinagrillo, pata de laucha, chépica o pasto bermuda, chépica o pasto quila. Los
ciclos de crecimiento y desarrollo de estas malezas son similares a los de
cultivos en los cuales están presentes, por lo que se adaptan y se protegen con
el crecimiento del cultivo.
MANEJO DE LAS MALEZAS
En términos generales, lo que busca el manejo de malezas, es poner en la práctica todas aquellas recomendaciones que influyan positivamente en el desarrollo del cultivo, ya que bajo estas condiciones, el propio cultivo evitará el crecimiento de gran cantidad de malezas.
La mayoría de las recomendaciones para manejar malezas en producción orgánica, tienen un resultado efectivo sobre las malezas anuales y bianuales, sin embargo no es factible obtener los mismos resultados con las malezas perennes ya que sus propágulos vegetativos les permiten rebrotar de manera continua, sin que se observe una disminución de ellas. Es por esto por lo que este tipo de malezas se ha transformado en uno de los principales problemas de la producción de hortalizas y frutales orgánicos.
Cuando se enfrenta la presencia de malezas perennes, su manejo debe ser cuidadosamente planeado y ejecutado; en este caso, las sugerencias apuntan a que debe haber objetivos generales y básicos para ser exitoso en un programa de manejo de este tipo de malezas:
·
Reducir
las semillas en el banco del suelo.
·
Prevenir
el crecimiento de plántulas.
·
Agotar
el sistema radicular de reserva en el suelo.
· Prevenir la diseminación.
Aunque algunos cultivos toleren la presencia de una baja población de malezas, igual se debe buscar su erradicación total, en caso contrario se transformarán en un problema continuo en cualquier cultivo bajo manejo orgánico. Para enfrentar las malezas, puede hacerse con estrategias de control, culturales y preventivas, siendo estas últimas las que mayor importancia adquieren en la producción orgánica.
Estrategias Preventivas para el control de malezas:
· Uso de semilla certificada: Para asegurar que no se introduzcan semillas de malezas, que normalmente están en alta cantidad cuando se adquieren o se intercambian granos como el trigo, maíz cebada, etc. con el objetivo de usarlos como semilla.
· Uso
de materiales libres de semillas de malezas: Se refiere al uso de implementos o cualquier material de
uso en el campo, que no debe tener semillas de malezas. Se incluye guanos,
fardos, paja para cubiertas, residuos de cosecha, etc.
Es común utilizar materiales que pueden incluir una abundante cantidad de semillas viables de malezas y que son diseminadas por descuido. Frecuentemente, realizar algunas medidas simples como compostar adecuadamente, llegando a temperaturas sobre 55ºC por tres o más días consecutivos, intemperización de la paja u otros materiales de cosecha, ayudan a eliminar o disminuir la viabilidad de muchas semillas.
· Limpiar maquinarias: implementos de labranza o cualquier tipo de maquinaria, ya sea de preparación de suelo o de cosecha, permite eliminar semillas y/o propágalos vegetativos. Aunque la mayoría de estos trabajos se realizan a trato, por lo que se requiere que sea rápido, es necesario que el productor orgánico se asegure, como una importante medida preventiva, de limpiar la maquinaria para evitar el ingreso de malezas, en especial especies que no están presentes en el predio.
· Evitar
el transporte de suelo desde áreas desconocidas: Ya que existe la
posibilidad de acarrear semillas de nuevas especies de malezas que puedan
adaptarse fácilmente en su nuevo lugar.
· Si se desea comprar plantas inspeccionar los viveros: Observar el sustrato en el cual se producen las plantas, para asegurar que no exista acarreo de semillas o propágulos de especies difíciles de controlar con posterioridad, ya que por lo general su crecimiento radicular se entrecruza con el de la especie a plantar.
· Controlar malezas en canales de riego: Ya que el agua de riego es un importante vehículo de semillas y estructuras vegetativas de malezas. Además, es muy importante controlarlas antes que el agua entre al predio, para evitar el ingreso de especies nuevas, esto requiere que los canales matrices de distribución de aguas estén limpios, sin malezas, o al menos no se debe permitir que lleguen al estado de flor.
· Prevenir la reproducción de las malezas: Las malezas anuales no deben pasar el estado de flor y de preferencia no llegar a este estado, ya que algunas especies son capaces de producir semillas si se cortan después de florecer. Las especies perennes no deben producir o aumentar sus propágulos vegetativos, esto significa controlarlas permanente desde sus primeros estados de desarrollo, para ir agotando las reservas de carbohidratos desde el suelo.
· Restringir el movimiento de animales: Ya que son importantes diseminadores de semilla que pasan por el tracto digestivo sin destruirse, inclusive de las aves. De la misma manera, muchas semillas de malezas tienen estructuras que les permite adherirse a la piel de los animales, por lo que es necesario saber el lugar de origen de los animales y conocer si había malezas nuevas. En el caso de los pájaros, es imposible impedir que diseminen malezas, pero se recomienda estar siempre atento a los bordes y en los cercos de los potreros por la emergencia de nuevas malezas y controlarlas de inmediato.
· Usar trampas de semillas en los canales: Aunque es bastante difícil por los sistemas de distribución de las aguas de riego en el país, es factible construir a la entrada de los predios, un sistema que disminuya la presencia de semillas en al agua, para evitar o al menos disminuir, la diseminación permanente de semillas de malezas que se realiza a través de riegos poco tecnificados.
· Rotación
de cultivos: Establecer
cultivos de primavera y otoño para complementar los sistemas de control de
malezas.
· Competencia
del cultivo: Partir con una población uniforme evita el
crecimiento de muchas malezas.
· Preparación de cama de semillas: Ayuda a controlar la emergencia de las primeras poblaciones de
malezas.
· Genotipo de cultivos: Buscar aquellos de rápida emergencia y preferir los con resistencia
enfermedades.
· Fertilización: Utilizar aquellos fertilizantes de lenta liberación y localizados donde los requiera el cultivo.
· Riego: Realizar el riego con los volúmenes de agua y en la ubicación que sea requerido por el cultivo.
Control de malezas:
Debe ser considerado como una práctica que en el largo plazo, pierde importancia en comparación a las medidas preventivas y sólo debería considerarse como un complemento a un sistema de manejo orgánico de malezas. Entre las prácticas de control que se recomiendan para disminuir la presencia de malezas, están las siguientes:
· Flameo: Corresponde a la aplicación de calor sobre el
follaje de las malezas, no produce un quemado de las plantas, más bien ocurre
una destrucción de las paredes celulares, por aumento de la temperatura interna
de las células.
Es más
efectivo mientras más expuestos estén los meristemos de crecimiento, por lo que
en malezas perennes con propágulos subterráneos, no es muy recomendable, ya que
se debe usar en repetidas ocasiones.
· Cubiertas
de suelo: Se recomienda el uso de mulch sobre las
hileras de cultivos y frutales, orgánicas o inorgánicas, siempre que estén
permitidas por la normativa vigente. Entre las hileras se sugiere establecer
leguminosas o mezclas de leguminosas con gramíneas, para disminuir la presencia
de malezas perennes, que además aportan nutrientes, regulan temperatura y
humedad, entre otros importantes efectos positivos.
Diferentes tipos de mulch
· Preparación de cama de semillas en franjas: Lo que permite controlar de manera permanente la emergencia de nuevas poblaciones de malezas, incluso se puede sembrar cultivos densos en una temporada y dejar hileras sin sembrar para controlar malezas de forma mecánica y permanente, para utilizar estas hileras con un cultivo a la temporada siguiente.
· Cultivadores
mecánicos: Los cultivadores son una de las formas
más comunes de controlar malezas de post emergencia en muchos cultivos
escardados. Tienen la ventaja de realizar un buen control de las malezas
anuales, pero estimulan la emergencia de nuevas malezas y las perennes no son
controladas.
· Control
manual: Es el sistema más utilizado en el
control de post emergencia en la producción orgánica. La gran ventaja el su
efectividad, pero tiene un alto costo que lo hace casi prohibitivo en muchas
circunstancias; además, en el control de malezas perennes no es muy efectivo.
·
Bioherbicidas: No hay en el país, por el momento, herbicidas orgánicos
registrados, pero en el extranjero los hay de post emergencia de las malezas y
de preemergencia de los cultivos, ya que no son selectivos.
Son preparados
en base a sustancias orgánicas que al aplicarse sobre malezas causan la muerte,
amarillamiento o reducción del crecimiento, su acción es de contacto y su
efecto residual normalmente no supera los 10 días.
Pueden auto elaborarse en base a extractos de acículas de pino, extractos de agave, ácido acético proveniente de vinagre, mezclas de azufre mojable con aceite mineral o té de compost concentrado. Son herramientas poco eficientes y con resultados muy disímiles entre localidades y estado de las malezas por lo que se requiere de gran número de aplicaciones y un mojamiento superior a 600 litros de agua/hectárea y sólo se logran el control de las partes expuestas de malezas como correhuela, diente de león, pila pila y vinagrillo, pero no son eficaces ante chépica, chufa, maicillo ni falso té.
Preparación de extracto de acículas de pino para control de malezas
Material recopilado y preparado por Jorge A. Pérez-Cotapos Ayala
Ingeniero Agrícola, Universidad de Chile
Asesor Tecnico Agroambiente Ltda.
Correo: japca1000@gmail.com
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