ACARO BLANCO (Polyphagotarsonemus latus)
El ácaro blanco, una nueva amenaza fitosanitaria en hortalizas. La única forma de saber con
total seguridad si es araña blanca es mirando el acaro con una lupa ya que mide
menos de
De esta manera pueden verse pequeños puntitos de color claro moviéndose rápidamente. También podemos ver sus huevos que son elípticos y están adornados con pequeños círculos blancos.
Este acaro se propaga rápidamente en los cultivos. Ya que coje un taxi, que no es otro que la mosca blanca. Las hembras se agarran a las patas de la mosca que las traslada volando hasta otras plantas. Hay también fundadas sospechas de que abejorros y abejas hacen el mismo trabajo, así que cuidado con ellos si aparecen focos de araña blanca.
El ácaro blanco está presente en las regiones en las regiones de clima templado, especialmente en los invernaderos. El ácaro blanco tiene una gran variedad de plantas hospedantes, especialmente pimiento, berenjena, tomate, pepino y aji. En climas templados, pero en el exterior los ácaros blancos no representan un problema serio, ya que no pueden invernar.
Ciclo
de vida y aspecto del ácaro blanco:
El ciclo de vida de estos ácaros incluye los siguientes
estados: huevo, larva y adulto. La larva tiene tres pares de patas y los
adultos cuatro. Las larvas permanecen en su tegumento larval durante uno o dos
días antes de emerger. Esta fase se suele considerar un cuarto estado
denominado pupa, pupa falsa o ninfa. Los machos utilizan su cuarto par de patas
para transportar las hembras jóvenes (ninfas) justo antes de emerger de su
tegumento. El apareamiento tiene lugar tan pronto la hembra adulta emerge.
Los ácaros blancos hembras ponen sus huevos en el envés de
la hoja o en la superficie del fruto. Los huevos ovalados y alargados están
firmemente sujetos a la superficie y son bastante grandes (unos
La larva del ácaro blanco se parece al adulto, pero es algo
menor y solo tiene tres pares de patas. El ácaro adulto emergente mide unos
Síntomas y daños:
Los daños causados por el ácaro blanco son similares a los
causados por los virus. El patrón típico de los daños comprende la malformación
y distorsión del crecimiento aéreo de la planta. Los ácaros tienen una
preferencia por los tejidos vegetales jóvenes y en desarrollo, tales como las
yemas apicales, las hojas jóvenes y las yemas florales. El mecanismo de
deformación todavía no se comprende plenamente, se cree que al succionar el
contenido de las células vegetales, los ácaros segregan sustancias que dificultan
el crecimiento local.
Los ácaros se alimentan sobre todo de la base de la hoja,
cerca del pecíolo, debido a lo cual la hoja se vuelve color marrón y sus bordes
se enrollan. En caso de infestación moderada, se observarán puntos marrones a
menudo hundidos o rayas marrones que forman una red fina sobre las hojas.
En caso de una infestación más seria, esta red se vuelve
tan densa que ya no habrá más tejido verde a la vista. En la mayoría de los
casos, los nervios principales permanecen sin tocar, debido a lo cual destacan
como un patrón verde en contraste con el tejido marrón de la hoja. Se observan
manchas marrones y acorchadas en los pecíolos y en los tallos.
Las yemas apicales de las plantas afectadas adquieren un
aspecto deformado, con hojas retorcidas y una esporádica decoloración marrón
causada por el acorchamiento. Si las plantas han sido atacadas gravemente, la
yema apical podría morir, deteniéndose el crecimiento de la planta y
provocando, a la larga, su necrosis.
El tejido acorchado también puede desarrollarse en el fruto. Las flores suelen decolorarse y, en caso de un ataque serio, se deforman. Frecuentemente, las hojas más bajas de la planta no sufren daños mientras que las hojas más jóvenes resultan muy dañadas. Una densidad de cinco ácaros por planta joven puede causar daños muy severos, baja producción de frutos por planta y menor peso de frutos. En ataques severos produce la pérdida total de la lámina y se observa la muerte descendente en las plantas.
Los síntomas de un ataque permanecen visibles durante varias semanas, incluso después de que se hayan eliminado los ácaros.
Cómo erradicar el ácaro blanco:
Muestreos:
Es
recomendable practicar los monitoreos desde la primera fase de desarrollo de
las plántulas para detectar la presencia del ácaro, o sea desde el almacigo, y
continuar con los muestreos en los invernaderos de producción.
Estrategias para el
manejo:
Para
el manejo integrado del ácaro blanco es fundamental destruir los residuos de la
cosecha anterior, así como la eliminación de malezas hospederas en el cultivo y
alrededor de las áreas de producción.
Las
almacigueras deben estar herméticamente protegidas por mallas antiáfidos, para
evitar la introducción de vectores, principalmente Bemisia tabaci, con el fin de evitar la asociación
forética entre mosquita blanca y ácaro blanco: este último es transportado por
la primera.
Es
recomendable implementar un sistema de Manejo Integrado de Plagas (MIP) contra
esta especie y considerar lo siguiente:
· Eliminación de hospederas.
· Destrucción de socas.
· Saneamiento de focos
iniciales de infestación.
· Liberación de enemigos
naturales.
· Aplicación de acaricidas
específicos.
Manejo biológico:
Esta
especie cuenta con enemigos naturales que regulan su población en cultivos en
invernadero y aire libre. Algunas especies de acaros depredadoras son: Amblyseius swirski, Metaseiulus occidentalis,
Neoseiulus californicus, Typhlodromus rickeri, etc.
Manejo químico:
Para
el manejo de esta especie, los tratamientos con acaricidas se deben de
realizar desde la almaciguera y continuar en los invernaderos de producción.
Los acaricidas más eficientes contra esta especie son:
· Abamectina 80 cc./100 litros
de agua.
· Acaban 100 cc./100 litros de agua.
Por
lo corta duración del ciclo de vida del ácaro blanco, se recomienda realizar
dos tratamientos con un intervalo de cinco días aproximadamente con cualquiera
de los dos productos.
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