UBICACION DE LA COMPOSTERA:
Ubíquela
en un suelo parejo y con buen drenaje.
El lugar
debe mantenerse parcialmente con sombra y protegido de viento fuerte.
MEZCLA
DE MATERIAL ORGÁNICO:
Los materiales deben estar bien mezclados y
homogeneizados, por lo que se recomienda una trituración previa de los restos
de cosecha leñosos, ya que la rapidez de formación del compost es inversamente
proporcional al tamaño de los materiales. Cuando los restos son demasiado
grandes se corre el peligro de una aireación y desecación excesiva del montón
lo que perjudica el proceso de compostaje.
La mezcla debe ser rica en celulosa, lignina
(restos de poda, pajas y hojas muertas) y en azúcares (malezas, rastrojos de
hortalizas, orujos de frutas, guanos, purines, etc.).
Debemos mezclar de manera homogénea materiales pobres
y ricos en nitrógeno, y materiales secos y húmedos.
FORMACIÓN DEL MONTÓN:
La ubicación del montón dependerá de las
condiciones climáticas de cada lugar y del momento del año en que se elabore.
En climas fríos y húmedos conviene situarlo al sol y al abrigo del viento,
protegiéndolo de la lluvia con una lámina de plástico o similar que permita la
oxigenación. En zonas más calurosas conviene situarlo a la sombra durante los
meses de verano.
Se recomienda la construcción de montones alargados,
de sección trapezoidal, con una altura de 1,0 metro, con una anchura de base no
superior a su altura. Es importante intercalar cada 20 - 30 cm de altura una
fina capa de de 2 - 3 cm de espesor de compost maduro o de estiércol para la
facilitar la colonización del montón por parte de los microorganismos.
MANEJO ADECUADO DEL MONTÓN:
Una vez formado el montón es importante realizar
un manejo adecuado del mismo, ya que de él dependerá la calidad final del
compost. El montón debe airearse frecuentemente para favorecer la actividad de
los microorganismos descomponedores. El volteo del montón es la forma más
rápida y económica de garantizar la presencia de oxígeno en el proceso de
compostaje, además de homogeneizar la mezcla e intentar que todas las zonas del
montón tengan una temperatura uniforme.
Otra forma de airear la compostera es colocando
tubos de PVC perforados cada ciertos espacios sobre la misma. La humedad debe mantenerse entre el 40 y 60%.
Una forma de mantener la humedad del compost es
con un sistema de riego por aspersión regulado por un Timer que permita un
riego frecuente pero con bajo caudal de agua.
Si el montón está muy apretado, tiene demasiada agua
o la mezcla no es la adecuada se pueden producir fermentaciones indeseables que
dan lugar a sustancias tóxicas para las plantas. En general, un compost bien
elaborado tiene un buen olor característico.
El manejo del montón dependerá de la estación del año, del clima y de las condiciones del lugar. Normalmente se voltea cuando han transcurrido entre 4 y 8 semanas, repitiendo la operación dos o tres veces cada 15 días.
RIEGO POR ASPERSIÓN EN UNA COMPOSTERA |
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