La mayora de los problemas que van asociados a la calidad del poroto en gran medida dependen de como el agricultor realiza las labores de cosecha.
La disminución de la calidad se produce porque el poroto que se cosecha puede aparecer chupado, arrugado, manchado, con rotura de la cutícula y grano partido.
Todas estas perdidas en la calidad y por lo tanto en el precio que se puede obtener al momento de la comercialización, se pueden evitar o disminuir si se tiene presente algunas recomendaciones cuando se aproxima la cosecha:
- Las plantas deben permanecer el mayor tiempo posible en el campo antes de arrancarlas, de tal modo que se produzca un secado natural del grano.
- La cosecha debe efectuarse antes que las vainas se sequen demasiado, para poder reducir las perdidas por desgrane.
- La cosecha no debe efectuarse con demasiada humedad de las vainas para evitar los granos arrugados y manchados.
- Evitar el "apaleo" brusco de las plantas secas para no producir granos partidos.